Por: Yerlis Cárdenas, aprendiz de Tecnólogo en Gestión administrativa
En cierta ocasión un hombre caminaba por la bella y hermosa playa, al recordar que su madre estaba enferma él no sabía que hacer, estaba aturdido; pero aun así esperaba encontrar en ese lugar una respuesta.
En ese momento ve a una niña sumergida en el mar, él en su angustia corre hacia el rescate de la nena.
-No, no lo hubieses hecho. ¿Por qué me sacaste? Dijo la niña.
-Te estabas ahogando dijo el hombre. – ¿yo? No, no puedo esperar que otros se sumerjan para perder el miedo tengo que hacerlo yo para saber que si soy capaz.
Reflexión: nunca esperes perder el miedo si no te atreves, recuerda que el miedo es el gran enemigo del ser humano. Si quieres éxito ¡atrévete! Y exígete al máximo, porque las barreras solo te las pones TU.
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