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Las catequesis del capellán

Catequesis de preparacipon para los sacramentos

El sacramento de la confirmación

El sacramento de la confirmación

Por: R.P. Jesús Picón Quintero, capellán del Centro Industrial y de Energías Alternativas

En el Antiguo Testamento, los profetas anunciaron que el Espíritu del Señor reposaría sobre el Mesías esperado y sobre todo el pueblo mesiánico. Toda la vida y la misión de Jesucristo se desarrollan en una total comunión con el Espíritu Santo. Los apóstoles reciben el Espíritu Santo en Pentecostés y anuncian "las maravillas de Dios" (Hechos de los apóstoles 2, 11).

Comunican a los nuevos bautizados, mediante la imposición de las manos, el don del mismo Espíritu. A lo largo de los siglos, la Iglesia ha seguido viviendo del Espíritu y comunicándolo a sus hijos.

¿Por qué se llama Confirmación o Crismación? Se llama Confirmación, porque confirma y refuerza la gracia bautismal. Se llama Crismación, puesto que un rito esencial de este sacramento es la unción con el Santo Crisma (en las Iglesias Orientales, unción con el Santo Myron). El rito esencial de la Confirmación es la unción con el Santo Crisma (aceite de oliva mezclado con perfumes, consagrado por el Obispo), que se hace con la imposición de manos por parte del ministro, el cual pronuncia las palabras sacramentales propias del rito. Esta unción se hace sobre la frente del bautizado con estas palabras: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo".

¿Cuál es el efecto de la Confirmación? El efecto de la Confirmación es la especial efusión del Espíritu Santo, tal como sucedió en Pentecostés. Esta efusión imprime en el alma un carácter indeleble (no se borra) y otorga un crecimiento de la gracia bautismal; arraiga más profundamente la filiación divina; une más fuertemente con Cristo y con su Iglesia; fortalece en el alma los dones del Espíritu Santo; concede una fuerza especial para dar testimonio de la fe cristiana.

¿Quién puede recibir este Sacramento? El sacramento de la Confirmación puede y debe recibirlo, una sola vez, aquel que ya ha sido bautizado. Para recibirlo con fruto hay que estar en gracia de Dios.

¿Quién es el ministro de la Confirmación? El ministro originario de la Confirmación es el Obispo: se manifiesta así el vínculo del confirmado con la Iglesia en su dimensión apostólica. Cuando el sacramento es administrado por un presbítero (sacerdote), como sucede en casos particulares, es el mismo presbítero, colaborador del obispo, y el santo crisma, consagrado por éste, quienes expresan el vínculo del confirmado con el obispo y con la Iglesia.

Catequesis de preparacipon para los sacramentos

Por: R.P. Jesús Picón Quintero, capellán del Centrop Industrial y de Energías Alternativas

Comenzamos apartir de este momento una serie de catequésis que ayudarán a nuestros Aprendices a prepararse para recibir los Sacramentos. Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo y confiados a la Iglesia, a través de los cuales se nos otorga la vida divina. son siete sacramentos: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio.

La iniciación cristiana se realiza mediante los sacramentos que ponen los fundamentos de la vida cristiana: los fieles, renacidos en el Bautismo, se fortalecen con la Confirmación, y son alimentados en la Eucaristía.

EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
El primer sacramento de la iniciación recibe el nombre nombre de Bautismo, en razón del rito central con el cual se celebra: bautizar significa sumergir en el agua; quien recibe el bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con él "como nueva criatura" (2Co 5, 17). Se llama también "baño de regeneración y renovación en el Espíritu Santo" (Tt 3, 5), e "iluminación", porque el bautizado mse convierte en "hijo de la luz" (Ef 5, 8).La Iglesia administra el Bautismo desde el día de Pentecostés al que cree en Jesucristo y no esté aún bautizado.

El rito esencial del bautismo consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar agua sobre la cabeza, mientras se invoca el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

¿Qué se requiere para ser bautizado? A todo aquel que va a ser bautizado se le exige la profesión o confesión de la fe, expresada personalmente, en el caso del adulto, o por medio de sus padres y de la Iglesia, en el caso del niño.

El padrino o la madrina y toda la comunidad eclesial tienen una parte fundamental de responsabilidad en la preparación al Bautismo, así como en el desarrolllo de la fe y de la gracia bautismal.

No podemos olvidar que el Bautismo es necesario para la salvación de todos aquellos a quienes el Evangelio ha sido anunciado y han tenido la posibilidad de pedir este sacramento. ¿Hay salvación posible sin el Bautismo?

Puesto que Cristo ha muerto para la salvación de todos, pueden salvarse también sin el bautismo todos aquellos que mueren a causa de la fe (bautismo de sangre), los catecúmenos, y todos aquellos que, bajo el impulso de la gracias, sin conocer a Cristo y a la Iglesia, buscan sinceramente a Dios y se esfuierzan por cumplir su voluntad(Bautismo de deseo). En cuanto a los niños que mueren sin el Bautismo, la Iglesia en su liturgia los confía a la misericordia de Dios

¿Cuálles son los efectos del Bautismo? El Bautismo perdona el pecado original, todos los pecados personales y todas las pena debidas al pecado; hace participar de la vida divina mediante la gracia santificante, la gracia de la justificación que incorpora a Cristo y a su Iglesia; hece participar del sacerdocio de Cristo y constituye el fundamento de la comunión con los demás cristianos; otorga las virtudes teologales y los dones del Espíritu Santo.

El Bautizado pertenece para siempre a Cristo: en efecto queda marcado con el sello indeleble de Cristo, que no se borra nunca (carácter).

¿Cuál es el significado del nombre cristiano recibido en el Bautismo? El nombre es importante porque Dios conoce a cada uno por su nombre, es decir, en su unicidad. Con el Bautismo, el cristiano recibe en la Iglesia el nombre propio, preferiblemente de un santo, de modo que éste ofrezca al bautizado un modelo de santidad y le asegure su intercesión ante Dios.